Las ventanas correderas son una opción muy práctica en términos de diseño y funcionalidad, ya que permiten optimizar el espacio. Sin embargo, uno de sus principales inconvenientes es que, sin un aislamiento adecuado, pueden generar importantes pérdidas de energía, afectando tanto el confort interior como la factura de calefacción y aire acondicionado. En esta guía te explicamos, paso a paso, cómo aislar tus ventanas correderas de forma efectiva.
¿Por qué es importante aislar las ventanas correderas?
Las ventanas correderas, al tener un sistema de deslizamiento, pueden presentar pequeños desajustes que permiten la entrada de aire frío en invierno y de calor en verano. Esto se traduce en:
- Pérdidas de energía: Se estima que hasta un 35% de la energía empleada en calefacción o refrigeración puede escaparse a través de estos huecos.
- Menor confort térmico: Un ambiente con corrientes de aire o temperaturas inadecuadas afecta la calidad de vida.
- Incremento en el gasto energético: La ineficiencia en el aislamiento puede disparar la factura de electricidad o gas.
Para evitar estos problemas, existen diversas soluciones adaptadas a diferentes presupuestos y niveles de dificultad.
Estrategias efectivas para aislar ventanas correderas
1. Instalación de burletes
¿Qué son los burletes?
Se trata de tiras adhesivas que se colocan en los bordes y juntas de la ventana para evitar filtraciones de aire. Entre los tipos más comunes encontramos:
Pasos básicos para su instalación:
- Limpieza: Antes de instalar los burletes, limpia bien los perfiles de la ventana con un limpiador multiusos y alcohol para asegurar una adhesión óptima.
- Colocación: Aplica el burlete en los laterales de cada hoja, así como en las áreas de contacto entre ambas hojas y en los carriles superior e inferior.
- Revisión: Asegúrate de que la instalación sea homogénea para evitar huecos o filtraciones.
2. Sellado de juntas y espacios
Un sellado correcto es clave para evitar que se escapen las corrientes de aire:
- Utiliza silicona neutra: Perfecta para sellar pequeñas grietas en el perímetro exterior e interior de la ventana.
- Espuma de poliuretano: Ideal para cubrir huecos más grandes en el remate de obra o alrededor de la tapeta.
- Masilla: Después de aplicar el sellador, recorta las rebabas sobrantes para conseguir un acabado limpio y profesional.
3. Aislamiento del cajón de la persiana
El cajón donde se recogen las persianas es otro punto crítico de pérdida energética. Para aislarlo:
- Materiales recomendados: Lana de roca o planchas de poliestireno, que son transpirables y evitan la condensación.
- Instalación: Si el cajón se desajusta de la pared, retira la tapa y coloca el material aislante a medida. En ventanas más modernas, donde el cajón está integrado, consulta con un profesional para una solución personalizada.
4. Uso de cortinas térmicas o forros aislantes
Si prefieres una solución menos invasiva, las cortinas térmicas o forros aislantes pueden marcar la diferencia:
- Beneficios: Ayudan a retener el calor en invierno y a evitar el sobrecalentamiento en verano, además de reducir el ruido exterior.
- Características clave: Opta por cortinas de tejidos gruesos y que cubran la totalidad de la ventana para maximizar su eficacia.
5. Considerar el doble acristalamiento
Si tus ventanas correderas no cuentan con un sistema de doble acristalamiento, quizás sea momento de evaluarlo:
- Ventajas: El doble acristalamiento reduce la transferencia de calor mediante una cámara de aire o gas entre dos paneles de vidrio, aportando un notable ahorro energético.
- Impacto acústico: Además de mejorar el aislamiento térmico, también ayuda a mitigar el ruido exterior.
Errores comunes y consejos prácticos
- No limpiar bien las superficies: La falta de limpieza puede comprometer la adherencia de los burletes y selladores.
- Elección inadecuada del material: Es importante seleccionar el tipo de burlete o sellante adecuado según el tamaño de la brecha y las condiciones climáticas de tu zona.
- Instalación apresurada: Tómate el tiempo necesario para asegurar una correcta colocación. Un error en el sellado puede reducir significativamente la eficacia del aislamiento.
Aislar correctamente las ventanas correderas es una inversión en confort y ahorro energético. Con la instalación de burletes, un adecuado sellado de juntas, el aislamiento del cajón de la persiana y el uso de soluciones complementarias como cortinas térmicas o doble acristalamiento, podrás disfrutar de un hogar más cálido en invierno y fresco en verano.
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